dad: seguridad social, educación, guardería e, incluso, una revista. “Él creó una comunidad abierta y dialogante que definía un cami-no de crecimiento cultural, social y personal que desplazaba el interés de la empresa hacia el hombre”, añade Sedia. La idea de que la Ciudad Olivetti fue quizá la urbe perfecta del siglo XX aún sigue debatiéndose hoy día. “Podemos considerar-la perfecta en un sentido, el de poseer una calidad insuperable de intenciones éticas, sociales y morales que permitiese el desarrollo de una sociedad más equitativa y solidaria: de una comunidad”, aña-de Sedia. Con el tiempo los edificios fueron abandonados, incluido el sorprendente Palazzo Uffici de los arquitectos Annibale Fiocchi, Marcello Nizzoli y Gian Antonio Bernasconi, levantado con forma hexagonal como lugar de reunión y que podía acoger a 2.000 perso-nas. Hoy, su escalera en forma de hélice, la joya del complejo, sigue considerándose unos de los grandes ejemplos a seguir para mejorar la comunicación entre los empleados. ENG The entrepreneur Adriano Olivetti (1901-1960) used to say that “the factory asks a lot from its employees and therefore has Vista aérea de Ciudad Olivetti con la calle Jervis. // Aerial view of Olivetti City with Jervis Street.