MARIO SUÁREZ SEGUIR LEYENDO READ MORE Bibliothèque nationale de France Por fin se puede visitar la reforma de este templo de la literatura, un verso arquitectónico donde leer y admirar. Visitors can at last see this renovated temple of literature, an architectural poem where you can read and gaze in admiration. Fotos: © Takuji Shimmura París Situada en el distrito XIII de París, en la orilla sur del río Sena, la biblioteca alberga más de cuatro mil millones de documentos. // The library is in the 13th arrondissement of Paris, on the south bank of the River Seine, and holds more than four billion documents. “Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿Qué leerán? Y al fin los libros y las personas se encuentran”, reflexionó el escritor francés André Gide. Los libros del premio Nobel de Literatura de 1947 seguro que se pueden encontrar por decenas en la Biblioteca Nacional de Francia, en la rue de Richelieu de París. Ahora, leerlos allí es más placentero. El estudio Atelier Gaudin ha reformado este edificio de 1720 que acoge una de las bibliotecas más antiguas del mundo. 15 años de obras en la que se ha habilitado una entrada al Jardín Vivienne y se ha abierto un amplio vestíbulo con una imponente escalera. Manuscritos, mapas y planos, grabados y fotografías, monedas, medallas y antigüedades se pueden consultar en sus archivos. Mucho del viejo edificio está conservado, como la zona que accede al Salón Oval, una pieza central que parece un verso de Baudelaire. ENG “And before certain people one wonders: what will they read? And finally, books and people meet”, mused French writer André Gide. It’s safe to say that books by the 1947 Nobel Prize in Literature can be found in their dozens at the National Library of France on Rue de Richelieu in Paris. Reading them there is now a more pleasant experience. The Atelier Gaudin studio has renovated this 1720 building housing one of the oldest libraries in the world. Over 15 years of construction work, an entrance to the Vivienne Garden has been added and a spacious lobby with an impressive staircase has been opened. Manuscripts, maps and plans, engravings and photographs, coins, medals and antiques can all be viewed. Much of the old building has been preserved, including the area leading through to the Oval Room, a centrepiece that looks just like a Baudelaire poem.