de carnaval. Esa jornada, en el Virtualienmarkt, los príncipes de Narshala son los encargados de abrir el Tanz der Marktfrauen (el baile de las mujeres del mercado), una sucesión de danzas de todo tipo que se celebra desde el siglo XIX. Otro baile que no hay que perderse es el Ball der Damischen Ritter (o Fiesta de los Caballe-ros Locos), donde es imprescindible lucir un atuendo medieval. MILÁN, AIRES CIRCENSES Una semana después de Venecia, Milán se dispone a disfrutar del Carnevale Ambrosiano. Aquí, el día más importante es el sábado 25 de febrero, cuando, por la Piazza del Duomo, discurre el desfile principal que, además de carrozas y comparsas, incluye malaba-ristas, pantomimas y payasos que atentamente observan muchos milaneses disfrazados de Meneghino (el siervo bueno que se bur-la de los nobles de la ciudad). Pero el Carnaval de Milán no solo se baila, también se come. Es imposible resistirse a manjares como los chiacchiere, unos hojaldres fritos y recubiertos con azúcar glas. De punta cana a barranquilla, el carnaval une culturas y rescata tradiciones pasadas. // ENG From Punta Cana to Barranquilla, the Carnival unites cultures and recovers past traditions. © ISantiago Vidal/LatinContent via Getty Images