Existe en la isla de Mallorca un triángulo formado entre las loca-lidades de Portol, Marratxí y Sa Cabaneta, donde el barro man-da por encima de todas las tradiciones. Apenas diez kilómetros separan a estos tres pueblos que aglutinan la mayor producción de cerámica mallorquina. Alfareros que dan impulso a una tradi-ción artesanal cuyo origen tiene lugar en el siglo XVII y que hoy aportan una identidad única a esta “tierra del barro” a través de vasijas, cuencos o platos de una sutil esencia mediterránea. “En Portol está la cantera natural para esta cerámica de arcilla roja, única en toda la isla y que tradicionalmente se ha utilizado para construcción, objetos de cocina o decoración”, explica Margalida Juan, responsable del Museu del Fang de Sa Cabaneta, ubicado en un antiguo molino de viento. Esta cerámica, con motivos en amarillo y esmalte transparente, es el origen de un oficio que ha ido evolucionando con los años. “Antes el barro cubría cualquier necesidad del día a día, hoy ya hay nuevas arcillas y decoracio-nes, incluso el famoso estampado textil de las llengües mallorqui- © Steve Cavalier / Alamy Stock Photo De uso principalmente utilitario, la cerámica de Mallorca es de color rojo con detalles amarillos y esmalte transparente. // ENG TMainly for everyday use, Mallorcan pottery is red with yellow detailing and transparent glaze