tectura ibicenca. La puso en contexto histórico e internacional, emparentado estas construcciones de herencia fenicia con los yacimientos neolíticos de Turquía. “Mi padre no fue el primero en sugerirlo, pero sí fue el que lo hizo con más empeño”, asegura Blakstad en conversación telefónica. Su progenitor, explica, no era arquitecto, era escenógrafo. Buscaba localizaciones exóticas para la televisión nacional de su país, Canadá. Así fue viajando por el Mediterráneo y poniendo en relación las distintas casitas blancas que salpicaban su costa, tirando del hilo hasta constatar que todas venían de un mismo lugar. Rolph Blakstad padre visitó por primera vez Ibiza en 1956. Iba en una excursión con su amigo, el escritor británico Robert Gra-ves (autor de Yo Claudio). No cogieron el barco de vuelta. Aquello © Conrad White / Estefany Vargas Una de las impresionantes villas del estudio Blakstad, que conjuga tradición y modernidad. // One of Studio Blakstad’s impressive villas, combining tradition and modernity.